Libreta de la Gratitud

Consiste en dedicar unos minutos al día para anotar, en una libreta o cuaderno o en tu agenda, 5 experiencias positivas del día por las que te sientes agradecido. Elige un momento tranquilo del día para poder reflexionar, puede ser al iniciar del día o antes de ir a dormir, así terminamos el día con un toque positivo. Piensa en cosas positivas que te hayan ocurrido durante el día y por las que estés agradecido en ese momento y anótalas en tu libreta todos los días, y la invitación es que no repitas y verás cuentas cosas tenemos alrededor nuestro por lo cual agradecer a diario. Lo ideal es empezar a valorar las pequeñas cosas del día a día, y dar gracias por ello. Puede ser algo tan sencillo como agradecer el descansar en una cama, la ducha caliente de la mañana, el café recién hecho, la llamada de un amigo, un abrazo, hay tanto tanto por lo que puedes agradecer.

Otras formas en las que podemos practicar la gratitud:

  • Si no tienes mucho tiempo para escribir un diario de gratitud, otra opción es aprovechar esos tiempos muertos en el transporte público de vuelta a casa para pensar en cinco cosas gratas que te hayan pasado. Lo importante es que encuentres un momento tranquilo contigo mismo e iniciar un diálogo interno en el que puedas reconocer todo lo bueno que tienes en la vida. Puede ser una conversación agradable con un compañero de clase o trabajo, un beso de tu pareja, el poder disfrutar de un momento de relax.
  • Piensa en una persona a la que tienes que agradecer algo y díselo abiertamente. Es mejor si puedes hacerlo cara a cara, pero si no es posible, hazlo por teléfono o escribe un mail o un mensaje de texto. Seguro que tienes a muchas personas a tu alrededor a las que agradecer cosas, empezando por tus padres, hermanos, amigos.
  • Escribe una carta a una persona importante para ti por algo que hizo en el pasado, por algo que está haciendo ahora o, simplemente, por el hecho de tenerla en tu vida. Tómate tu tiempo para redactarla, expresando con detalle lo que ha hecho por ti y cómo ha repercutido en tu vida. El mero hecho de escribir la carta tendrá efectos muy positivos para ti, pero si, además entregas esa carta personalmente a la persona que te ha ayudado o se la lees, sin que esa persona se lo espere, observarás la reacción positiva del receptor, recibirás también su agradecimiento y se creará un vínculo especial entre ustedes.
  • Desconecta y sal a la calle para dar un paseo. Pero no será un paseo normal, será un paseo de gratitud. Tendrás que estar muy pendiente de los olores, de los sonidos, de las sensaciones positivas que te lleguen durante el paseo. Puedes agradecer cosas tan sencillas como poder tener ese tiempo para ti, el poder salir a la calle, encontrarte con algún conocido, el calor del sol, el oxígeno que nos brindan los árboles, la naturaleza.
  • Evita las quejas, por lo general, quejarse no es la salida. En situaciones problemáticas lo ideal es enfocarse en la solución. Muchas personas se quedan estancadas en lo malo, viven constantemente en la queja y, por lo tanto, viven infelices. De cada situación hay un algún aprendizaje por el cual agradecer.

Empieza imprimir la gratitud en la mayoría de tus acciones, agradece antes de cada comida, da las gracias por tus capacidades, por todo lo que puedas estar haciendo. Y poco a poco, el hábito se irá creando y podrás notar el bienestar que estas acciones proporcionan.

Busca la que sea más efectiva para ti. Con voluntad y disciplina, estos sencillos ejercicios te ayudarán a aumentar tu gratitud y a sentirte mucho mejor con vos misma y de esta manera también tendrás más energía para compartir y brindar.

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